HABLEMOS DE LA ALIMENTACIÓN DE NUESTROS CERDOS

Es ABSOLUTAMENTE REAL. Los cerdos de Europa tienen una alimentación natural a base de cereales, harina de semillas oleaginosas, vitaminas y minerales.

Para ser más exactos, los piensos utilizados están compuestos mayoritariamente por cebada, trigo y maíz, y por harina de soja. Su aporte graso no supera el 10 % de la dieta y gran parte de esa grasa es de origen vegetal, rica en grasas insaturadas, lo que repercute directamente sobre la cantidad y el tipo de grasa corporal del cerdo.

Además, esta dieta se adecúa a cada animal para maximizar su aprovechamiento energético y nutritivo. Esta alimentación, unida a la cría altamente tecnificada del porcino, hace que este sector sea responsable de menos del 7% de las emisiones totales de metano por fermentación entérica de todo el sector ganadero.

Por otro lado, las pautas de ingesta de los animales están muy ajustadas a su edad y características. Se han sustituido ingredientes ricos en fibra y baja digestibilidad, por cereales; y se han incorporado proteínas, aminoácidos y enzimas digestivas, que reducen considerablemente las emisiones de gases contaminantes.

También hay que destacar que esta alimentación forma parte de la Economía Circular del sector, ya que los cultivos que proporcionan alimento a los cerdos han sido fertilizados con el estiércol procedente de las granjas, aprovechando un ciclo biológico natural y reduciendo así el uso de abonos no naturales a los cultivos.